Consideraciones Finales

Paso #1: Seleccionar la idea de negocio

Si llegaste hasta aquí es porque pasaste la prueba más rigurosa (la Autoevaluación) con el más severo de los instructores (). Ahora olvida por un momento las 20 preguntas sobre las que ya reflexionaste. Pon tu mente en blanco y comencemos por el primer paso.

Paso #1: La definición y/o selección de la idea de negocio

Seguramente estás en uno de estos tres posible escenarios:

ESCENARIO 1: Quieres emprender, has pensado en varias cosas, pero no tienes la menor idea de por cuál decidirte y cómo fundamentar tu elección.

ESCENARIO 2: Tienes una idea bastante bien conformada acerca de lo que quieres hacer, pero son tantas las dudas y las interrogantes que aún no tomas la decisión final.

ESCENARIO 3: Tienes la idea y ya tomaste la decisión, bien de comprar un negocio existente o de construir uno nuevo desde ceros, pero precisamente de ESTE tipo.

Estés donde estés, tendrás que seguir cuestionándote cosas, indudablemente, tendrás que adaptar lo que te diremos aquí abajo y lo que te comentaremos en los siguientes pasos, a tu situación específica. Comienza por responder lo siguiente:

  • ¿En qué eres de verdad bueno o buena? ¿En qué te has destacado siempre entre los que te rodean?
  • ¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Coincide con aquello en lo que te distingues de los demás?
  • ¿Qué habilidades tienes que podrían ser explotadas en un tipo de negocio determinado?
  • ¿Qué problemas o necesidades tienes tú, la gente que te rodea en la casa, la escuela, el trabajo, el barrio o tu ciudad, que podrías solucionar con el negocio que quieres crear?
  • ¿Cuánta gente en tu entorno cercano se dedica a lo mismo? ¿Has identificado cosas que ellos no hacen que de hacerlas tú la gente estaría más satisfecha?
  • Lo que tú harías que ellos no hacen, ¿Es porque ya lo intentaron y se dieron cuenta que no funciona o que es muy costoso, o realmente es que no han visto esa oportunidad o esa arista del problema?

Aquí es donde muchos instructores se dedican a poner ejemplos de su vida personal o de su práctica profesional con otros emprendedores, pero si algo funcionó o no le funcionó a alguien bajo ciertas circunstancias y en determinado momento y lugar, no significa que va a suceder exactamente lo mismo contigo.

Ningún ejemplo puede sustituir la profundidad de tu análisis honesto de la situación en que te encuentras, a partir de tu propia experiencia y la mayor recopilación de datos posibles. Por esto último no estamos sugiriendo que no comiences hasta que tengas más datos que la Biblioteca del Congreso. No, en cada sector, industria o tipo de negocio hay datos e indicadores fundamentales que debes tomar en cuenta. E Internet y la IA están ahí para facilitarte el camino.

Por favor, no escojas tu idea de negocio a partir de haber escuchado que es un “buen negocio“, o no abras una pastelería solo porque tu abuelito adorado era un gran pastelero, y mucho menos comiences ese restaurante que siempre quiso abrir tu mami, pero nunca pudo. El sueño de tu mamá, o de tu tía adorada puede no ser el tuyo. Presigue tus sueños, no los de los demás.

Tampoco asumas que la primera idea de negocio que tengas es la mejor. Haz una lista con 5 0 10 ideas de negocio distintas, evalúalas desde diferentes perspectivas, comenzando siempre por la pasión e inspiración que provocan en ti, sin olvidar el grado de dificultad, número y fortalezas de los competidores, oportunidades de hacerlo crecer, etc.

Luego selecciona 3 de esas ideas y dales un orden de prioridad. Investiga un poco más acerca de cada una. Ponle una fecha concreta a la duración de tus “investigaciones” para que no caigas en la “parálisis por el análisis“. Luego, selecciona una de las tres y comienza a andar, pues el cielo podrá ser el límite o no, pero primero que todo haz de comenzar a escalar la montaña.