Cuando escuchamos el término “identidad corporativa“, generalmente lo asociamos con las grandes marcas, como Apple, Amazon, Facebook o Coca Cola. Pero has de saber que ese concepto se aplica a todo proyecto de emprendimiento. Incluso si se trata solo de ti, si tu empresa se compone de una sola persona y un solo producto o servicio, tendrás que aplicarte en desarrollar una sólida y coherente identidad.

La identidad corporativa es el conjunto de elementos visuales, comunicativos y culturales que definen la personalidad de una empresa. Es la forma en que te presentas ante el mundo y, más aún, la forma en que quieres ser percibido por tus clientes potenciales, proveedores, competidores y el mercado en general.

Con frecuencia, la gente tiende a confundir los términos “identidad corporativa“, “marca” y “branding“. No vamos a perder tiempo en digresiones teóricas, pero aunque en ocasiones esté bien usarlos indistintamente, vamos a darte una definición breve y rápida de los tres. Que conste que es algo simplificado a los efectos de este curso, y algunos puntos podrían ser parte de las interminables discusiones de los teóricos del tema. Aquí vamos directo a lo práctico:

Identidad Corporativa

• Resume y sintetiza la personalidad de tu marca.
• Se compone de aspectos visuales y verbales, como el logo, los colores, imágenes y tipografías.
• Es el propósito y el resultado final del branding.

Marca

• Es la percepción que el público tiene de tu compañía, tus productos o servicios. Es la representación simbólica de una empresa.
• Se trata de los valores y emociones, las ideas, los sentimientos y las percepciones que el consumidor potencial asocia con un producto o negocio.
• Es la denominación, el nombre con el que identificamos a un negocio, producto o servicio específico.

En los pequeños negocios, con frecuencia, LA MARCA ERES TÚ. A menudo habrás escuchado: “Vamos a echarnos unos tacos donde Manolo“, o “Acaba de llevar ese coche a Pepe y que te lo arregle de una buena vez“.

Branding

• Es el proceso a través del cual se construye y desarrolla la imagen y personalidad de un negocio.
• Se centra en la relación emocional que tu negocio puede establecer con los clientes y prospectos.
• Son acciones intangibles (pero muy precisas y medibles) que lleva a cabo tu negocio para provocar emociones y percepciones positivas en tus clientes.

Muchas veces, en nuestras conferencias y cursos, usamos el término “identidad de marca” y así evitamos que la atención se vaya a la teoría.

Elementos que Componen tu Identidad de Marca

El Logotipo: La representación gráfica principal de tu negocio. Debe ser único, fácilmente reconocible y, sobre todo, reflejar la esencia de tu negocio. Eso sí, en el caso de los pequeños negocios, aunque el logo debe cumplir con esas condiciones, no te gastes todo tu presupuesto en querer hacer uno mejor que el de Nike o el de Coca Cola, pues al final mucha gente ni de esos “grandes” se acuerda.

Los Colores Corporativos: La paleta de colores que vas a utilizar en tus materiales publicitarios y en la papelería de la compañía debe ser consistente y coherente. Costará trabajo, pero la gente te irá identificando poco a poco por el conjunto de muchas cosas. Esta es una de ellas.

La Tipografía: Las fuentes tipográficas que uses en tus documentos y anuncios deben ser legibles y corresponderse con el tono de tu marca.

El Eslógan: Generalmente es una frase breve, que sintetiza y potencia la promesa o filosofía de tu negocio. Son muy usados los negocios de tres palabras, pero sea cual sea que uses, debe ser memorable y fácilmente asociable a lo que haces, a tu negocio y a sus principales productos o servicios.

Los Materiales de Comunicación: Las tarjetas de presentación (impresas y digitales), la papelería, los folletos, y hasta los memes que usas en las redes sociales deben seguir la misma línea visual y comunicativa. Si no tienes presupuesto para contratar a un diseñador y todo lo estás haciendo tú mismo, imprime la palabra COHERENCIA y pégala frente a donde te sientes a trabajar, a la altura de tus ojos.

El SITIO WEB: Lo hemos resaltado en mayúsculas no sólo por la importancia que tiene por sí mismo, sino también porque en cierta medida expone, muestra y resume todo lo demás. Antes, cuando la gente quería minimizar un negocio, decía: “Es tan poca cosa que ni en las Páginas Amarillas aparece“, refiriéndose al famoso Directorio. Hoy dicen: “Es tan poca cosa que ni sitio web tienen“. Sin embargo, y cualquier miembro de WebLat te lo podría decir, no hay excusas para no tener tu propio sitio web, más modesto que el de Coca-Cola o Amazon, pero igual de profesional, por unos pocos dólares al mes.

Los Mensajes y el Tono: Definen cómo se conecta tu marca con su público objetivo. Los mensajes deben ser muy claros. El tono debe corresponderse con lo relajado, amigable o serio de tu negocio.

La Misión, la Visión y los Valores: Son los principios y objetivos fundamentales que guían las acciones de tu empresa o negocio. Reflejan la cultura y la ética detrás de todo, de absolutamente todo lo que haces y lo que no haces.

Ahora, vuelve a leer esos componentes de nuevo, pero aplicándolos mentalmente a tu negocio. Incluso si tu proyecto es resultado del “ejército de una sola persona“, o sea, tú, todos y cada uno de esos componentes, en dimensiones diferentes (y con presupuestos que nada tienen que ver), se aplican tanto a ti como a Microsoft o a Telefónica Española.

Cuando mantienes una constancia y una coherencia en el tiempo respecto a todos esos componentes y otros que puedan resultar muy particulares a tu negocio, la gente comienza a reconocer tu marca (personal y/o empresarial), empiezas a ganar confianza y credibilidad ante el mercado, te diferencias de tus competidores y no sólo generas más ingresos, sino que ganas lo que resulta siempre más importante en casi cualquier negocio: la lealtad del cliente.