Los emprendedores somos generalmente personas muy libres. Y valientes, pues sabemos que el que nada arriesga nada consigue, pero no podemos olvidar la responsabilidad inherente a los riesgos que tomamos. En ese sentido, me gustó mucho esta frase: “Eres libre de elegir, pero no de las consecuencias de tu elección”. Cuando emprendemos, tomamos decisiones que impactan nuestra vida, la de nuestros seres queridos y, a veces, la de mucha gente. Y todo lo que hacemos tiene consecuencias asociadas con ese impacto. Tomemos riesgo, claro que sí, pero no olvidemos ni las consecuencias, ni la responsabilidad.