Dicen los que Saben que en la Unión Está la Fuerza. ¿Hablan en Serio?

Esta frase (la de que en la unión está la fuerza, y la de la foto de portada acerca del rebaño y el león,  la conocemos todos. No es nueva. Lo nuevo sería preguntarnos:

¿Cuántos de nosotros hacemos algo para unir fuerzas, conocimientos, experiencias y recursos? ¿Cuántos de nosotros estamos de verdad dispuestos a avanzar juntos? Y no se trata de perder la independencia ni de compartir la pobreza. Se trata de unirse para generar riqueza, PROGRESO.

Origen de la Frase:

La frase que nos ocupa ha adquirido diversas formas en diferentes idiomas y épocas, pero las dos más conocidas son la que analizamos aquí (“en la unión está la fuerza“) y “la unión hace la fuerza“.

Ambas parecen derivarse de la frase latina “concordia res parvae crescunt“, traducible como “las cosas pequeñas florecen en la concordia“, que se encuentra en el capítulo 10 de la obra “Bellum lugurthinum” del escritor romano Salustio.

Pero resulta que en la antigua Grecia, Homero ya utilizaba una frase similar aludiendo a que en la unión está la fuerza. Y por último, está la fábula de Sulkhan-Saba Orbeliani, donde un rey enseña a sus hijos la importancia de la unidad al demostrarles que pueden romper flechas individuales, pero no un haz. 

En resumen, sea cual sea la forma que tome, esa frase transmite la idea de que la colaboración y la unidad son fundamentales para lograr objetivos y superar obstáculos.

En la Unión Está la Fuerza. ¿Otra Frase Bonita?

Estamos inundados de “frases bonitas“. ¡Ojalá y estuviésemos saturados de “acciones bonitas“!

Yo creo que nuestro problema es de “escalas“. Todos queremos “cambiar el mundo“, pero terminamos no haciendo nada porque “el mundo es demasiado grande“.

Pero, ¿qué tal si nos enfocásemos no en cambiar el mundo, sino en cambiar nuestros “mundos cercanos“: la empresa o el barrio, la familia o la escuela donde estudiamos, comenzando por el mundo más cercano a todos nosotros: nuestro YO INTERIOR?

Con la dichosa “UNIÓN” pasa lo mismo: todos coincidimos en que debemos aunar esfuerzos, recursos, relaciones, pero cuando comenzamos un proyecto, casi siempre lo consideramos como “mi” proyecto, “mi” negocio (porque así nos enseñaron a pensar, a diferencia de los ricos, que se unen para crear bancos y corporaciones trillonarias), o nos vamos al otro extremo: pensamos en las grandes o masivas formas de unirse.

A los poderosos de este mundo siempre les ha convenido mantener a los “menos favorecidos” separados unos de otros, luchando cada uno por sus propios objetivos. Lo cual no está del todo mal, pero ¿por qué entonces los ricos, quienes también luchan por sus propios intereses, se unen a otros? ¿Será porque ellos sí entendieron que unirse a otros es la única manera de lograr cosas verdaderamente grandes, cosas que de verdad importen?

En la Unión Está la Fuerza. Sí, Pero…

Necesitamos cambiar el paradigma, comenzar a unirnos en pequeños grupos (gestionables y funcionales) que nos permitan encaminar proyectos conjuntos. Luego quizás podamos unir varios grupos en proyectos más grandes, pero hay que comenzar con pequeñas unidades de “acción“.

Claro que en la unión está la fuerza, pero debe ser una unión “accionable”. Una que no sea solo para gritar eslóganes y protestar por “lo mal que andan las cosas“, sino para de verdad, unidos y con mucha fuerza, “cambiar lo que está mal“.

Soñar es maravilloso. Y la “segunda” condición para que se cumpla un gran sueño es haber soñado en grande. Pero la primera, la primera condición es y será siempre la acción.

ACTUAR en función de hacer realidad nuestros sueños. De ser posible, junto a otros con sueños similares. Sólo así la archireconocida y superantigua frase de que en la unión está la fuerza comienza a tener sentido y se convierte en herramienta de cambio.

No lo olvides:

“Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.