Además de alquilar un apartamento o casa, cuyo contrato suele ser como mínimo de un año, existen otras posibilidades de alojamiento.
Compartir piso puede ser una buena opción para los que vienen solos a Estados Unidos; es menos caro, conoces gente y puedes aspirar a una zona mejor. Es muy común que los estudiantes y profesionales jóvenes tengan compañero de piso, aunque esto implica compartir cocina y baño.
En estos casos es imprescindible establecer por adelantado cómo se van a tratar temas como la limpieza, la compra de productos para la casa, el área de fumar, los horarios de silencio, la posibilidad de invitar familiares o amigos y el seguro, que son los aspectos principales por donde empiezan las desavenencias.
Cuando se comparte un piso de alquiler, los nombres de todos los inquilinos deben aparecer en el contrato. Si tu nombre no está en el contrato, puede ser que no puedas quedarte en el piso si los otros se van.
Es muy importante que consideres el perfil de tu compañero o compañeros: cuáles son sus hábitos de sueño, su disponibilidad a colaborar en las tareas domésticas, visitas que reciben y, muy importante, las diferencias culturales e idiomáticas si son de diferentes países. |
Normas de Convivencia
- Respeta los horarios de los demás.
- Respeta la privacidad de los compañeros.
- Considera si se pueden traer amigos a casa, en qué horarios y si se les permitirá pasar la noche.
- Establece normas mínimas y comentarlas con los futuros compañeros de piso.
- Acordar normas básicas sobre limpieza, ruido, comida compartida, alergias, etc.
- Fomenta una comunicación abierta y de respeto mutuo para resolver los problemas.
Y algo que debe quedar muy claro desde el inicio y puesto por escrito: el aporte financiero de cada parte (tanto en el pago de la renta como con los demás gastos domésticos, de alimentación, etc.), y qué pasa si una de las partes no puede cumplir lo acordado.
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