Además de la avaricia y la irresponsabilidad de los bancos, otra de las principales causas de la crisis inmobiliaria que explotó en el 2008 (cientos de miles de personas perdiendo sus casas y su inversión) es la incapacidad de muchos para determinar adecuadamente el tipo de casa que pueden permitirse comprar.
La cantidad de dinero que realmente podrás permitirte invertir depende de tus ingresos, tu récord crediticio, tus gastos mensuales reales (repetimos los “reales”), la cuota inicial que te soliciten y la tasa de interés que logres negociar.
Tu capacidad para obtener un préstamo para la compra de una casa nueva se basa en un número de factores. Los prestamistas por lo general toman las decisiones de préstamos basados en tres proporciones claves:
(1) La proporción préstamo a valor (LTV), que representa la proporción del monto del préstamo con respecto al valor de la casa; los prestamistas idealmente quieren ver un LTV del 80%, lo que significa que prefieren un pago inicial del 20%, aunque puedes comprar con el 3.5% de “downpayment” (pago inicial) o un 5%, que está mucho más al alcance de la mayoría de las personas;
(2) La proporción de vivienda/ingresos, que representa el porcentaje de tu ingreso total que se destina a los gastos de vivienda; y
(3) La proporción de deudas-ingresos, que representa los pagos de tu deuda total más gastos de vivienda, como un porcentaje de tu ingreso total. Los prestamistas normalmente ven a cualquiera de estas proporciones como restricciones, lo que significa que no harán un préstamo si el monto del préstamo causa que cualquiera de estas proporciones exceda el límite predeterminado del prestamista.
Existen varios sitios web que te permiten acceder a una calculadora online para determinar cuál es el valor de la casa que puedes permitirte comprar de acuerdo con tus ingresos, gastos y otros indicadores. Bank of America tiene una en español, que no es muy completa, pero puede darte una idea. Accede a ella aquí.
Una opción mucho más completa puedes encontrarla aquí, y hay muchas otras, pero ten cuidado, pues la mayoría sólo tratan de que pongas tus datos, para luego llenarte de ofertas, o vender tu información a compañías que no dejarán de hacer sonar tu teléfono de día y de noche.
Página Anterior | Página Siguiente |
OPINIONES / COMENTARIOS