¿Es Realmente tan Difícil Hablar Inglés?

Pocas cosas parecen tan difíciles a los seres humanos, sobre todo después de pasar la adolescencia, como el aprendizaje de un nuevo idioma. Solo pensar que vamos a tener que comunicarnos en una lengua diferente a la materna nos provoca todo tipo de miedos e inhibiciones.

Ahora bien, independiente de que, por lo general, sobrevaloramos nuestros temores, no es menos cierto que después de cierta edad aprender un idioma extranjero es una tarea ardua y difícil.

¿Es Realmente tan Difícil Hablar Inglés?

No faltará aquel que te diga lo contrario, y le jure y perjure que hablar inglés es “pan comido” (claro, él vive en Estados Unidos desde los 7 años), o que hablar francés es cosa de unos pocos meses (sobre todo si su mamá es originaria de Francia y le enseñó el idioma desde la cuna) o que el ruso se aprende con dos vodkas y bailando la polka (lo que no le dice es que estudió 6 años en una reconocida Universidad de Moscú y ya se olvidó del trabajo que pasó los 2 primeros años).

En este campo, lo primero que hay que reconocer es que sí es cierto: APRENDER BIEN UNA LENGUA EXTRANJERA ES ALGO MUY DIFICIL. Solo que, como todo en la vida, ES POSIBLE, con tiempo, esfuerzo, dedicación y, en muchos casos, un poco de dinero.

Y falta un ingrediente muy importante: EL MÉTODO. Sin esto estamos tan perdidos como el que pretende arar en el mar… y lo peor es que la mayor parte de los que se autodenominan y publicitan como “el mejor método para hablar tal o más cual lengua”, la mayor parte de las veces es un puro truco para vender un curso más, o bien ocultan buena parte de la verdad, porque si la gente ciertamente aprendiera tan rápido, entonces no podrían cobrarnos tan caro por los famosos cursos de meses y años que nos van pasando de “nivel en nivel” para al final descubrir que salimos a la calle y no entendemos nada (“nothing” – nózing).

Más que un adecuado método de enseñanza, que hay muchos y algunos basados en esquemas tan complejos como la hipnosis y la parapsicología, necesitamos un método de aprendizaje, una secuencia de pasos, procesos, etapas, etc. que nos permita entender cómo nuestro cerebro y nuestra psiquis en general “se adapta”, asimila y reproduce los parámetros del nuevo idioma en que queremos expresarnos.

No puede esta Guía divagar científicamente sobre la pedagogía de enseñanza de los idiomas y menos disertar sobre las diversas teorías científicas al respecto: sobre eso ya hay mucho en las bibliotecas y en la Internet. La idea es dotar al futuro o al recién devenido inmigrante de una comprensión práctica y funcional de cómo puede, de manera relativamente fácil, aprender (dominar lo básico y comunicarse, aun cuando esté muy lejos de la perfección) en el idioma inglés.

Para entender este fenómeno hay que reconocer que existen 3 grandes barreras en el aprendizaje del idioma:

  • La barrera Auditiva: escuchamos a partir de ciertos esquemas mentales que ya tenemos preestablecidos. Como no conocemos al detalle los sonidos del nuevo idioma, no los podemos distinguir adecuadamente, y mucho menos, los enlaces entre los diferentes sonidos.
  • La barrera Cognitiva: lo desconocido siempre causa cierto tipo de temor, pero en este caso el desconocimiento es triple: no conocemos el mensaje, ni las palabras que lo conforman, ni los sonidos de que están compuestas.
  • La barrera Psicológica: tememos equivocarnos, hacer el ridículo, que se rían de nosotros, o peor aún, tomar una decisión o realizar una acción contraria a lo que debíamos solo por el hecho de no haber entendido bien el mensaje.

Vencer esas barreras es bien difícil y depende fundamentalmente de DOS COSAS:

  • La disposición, fuerza de voluntad y empeño que le pongas; y
  • La necesidad que tengas de aprenderlo (“la necesidad hace parir hijos machos”, dice un viejo refrán español).

Si de verdad lo necesitas, y estás dispuesto a aprenderlo, entonces te conviene además conocer varias reglas o fundamentos básicos para el aprendizaje de un idioma (o sea, el “método” que te mencionábamos):

  • Tú ya conoces varios idiomas (en un momento te lo vamos a demostrar)
  • El método de frecuencia
  • El entendimiento por contexto
  • La inmersión en el ambiente idiomático; y, por último,
  • El uso de las tarjetas “discriminantes”.

 

Página AnteriorPágina Siguiente

Regresar al Índice

 

OPINIONES / COMENTARIOS

URL has been copied successfully!
URL has been copied successfully!
Copiar Enlace
Whatsapp
Facebook
LinkedIn
Share
Seguir por Email