Vivir, trabajar o estudiar en Estados Unidos, ya sea de forma permanente o temporal, puede ser una maravillosa experiencia, tanto en lo que respecta al aprendizaje personal y profesional, como en cuanto a llegar a adquirir un nivel y calidad de vida que muchos no podemos soñar en nuestros países de origen.
También puede ser una experiencia frustrante y el tan mencionado “sueño americano” puede convertirse en una extraordinaria pesadilla, e incluso en “insomnio permanente”… si no nos preparamos adecuadamente para entender este gran país y adquirimos las habilidades y conocimientos necesarios para prosperar y alcanzar las soñadas metas.

La llamada “cultura” norteamericana o estadounidense puede a veces parecernos confusa y difícil de entender, pues los valores que sustentan las actitudes y comportamientos “típicos” de los estadounidenses difieren, no totalmente, pero sí en buena parte, de la llamada “cultura latina”, la cual también es muy diferente entre un país y otro de Latinoamérica, pero conserva ciertos paralelismos y coincidencias que apuntan hacia la existencia de una “identidad latinoamericana”.
La sociedad norteamericana se solidifica sobre la base de una diversidad de grupos étnicos y culturas que han ayudado a formar sus valores, instituciones y formas de pensamiento. En general, muchos estadounidenses (aunque no todos, por supuesto) viven muy preocupados por respetar y hacer cumplir el conjunto de normas, hábitos y costumbres que los distingue como entes sociales pertenecientes a un mismo país. Estados Unidos de América.
Los países latinoamericanos y Estados Unidos coinciden en que, al enfrentar una fuerte crisis de identidad, tanto ellos como nosotros nos hemos visto obligados a preguntarnos a través del tiempo: ¿quiénes somos realmente?, buscando de manera incesante la respuesta a esta pregunta en las costumbres, las creencias, la lengua, la fe y la familia. |
Al igual que nosotros, ellos defienden la lengua, la religión, los valores y las instituciones creadas por sus antepasados, y tienden a distanciarse de otros grupos sociales con diferente sustento.
Históricamente, la identidad nacional estadounidense se ha definido por la herencia de la civilización europea y por los principios del credo norteamericano en el que coinciden abrumadoramente la mayoría de los estadounidenses: libertad, democracia, individualismo, igualdad ante la ley, constitucionalismo y propiedad privada.
Sin negar lo anterior, hay algo que se deja fuera en ocasiones, pero no puede obviarse en un análisis serio: es una sociedad muy dominada por el poder y el dinero, donde la creación de “abundan$ia“, no se concibe sin el signo de dólar y donde unas 20 familias tienen más dinero que la mitad de los ciudadanos. Más que una “democracia“, o incluso una “república“, es la “oligarquía del 0.1%” que son los que realmente tienen el poder, por mucho que los políticos se esfuercen en repetir la frase inicial de su Constitución: “Nosotros el Pueblo“.
Aunque existen muchos y muy diversos puntos de vista al respecto, varios autores y connotados americanistas coinciden en que, entre los valores a destacar en la cultura estadounidense, están algunos de los que se explican más abajo:
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