El 93% de los Triunfadores Atribuyen su Éxito a UNA Cosa: la Misma Para Todos
Con frecuencia leemos que los millonarios y otros hombres y mujeres de éxito atribuyen su extraordinario éxito a UNA cosa, que resulta ser la misma para casi todos ellos: el FOCO.
Muchos confunden ese término con centrarse en UNA COSA, cuando lo ideal debe ser concentrarse en UN PROCESO, en esa secuencia de acciones, actividades y eventos que conforman esa “cosa“. Después de leer estas líneas, podrás ver con claridad la diferencia.
¿Ser “Multitareas” o Tener Foco?
Enfocarse es la clave de los que progresan, de los que avanzan y triunfan en grande. Eso es un hecho comprobado, pero es un tema mucho más complejo que simplemente pensar, como quieren algunos gurús que asumas, que todo lo que tienes que hacer es poner el foco “en una sola cosa” y ya con eso vas directo al “Muro de los Ganadores“.
Un error que la gente comete constantemente es enfocarse en el resultado: “ser millonario“, “tener una casa linda“, “poder viajar el mundo“, cuando lo que se debe hacer es priorizar el proceso, en las cosas que tengo que hacer para avanzar cada día, para estar mañana un paso adelante de donde estaba ayer. De esta manera, el foco se sitúa donde debe estar: en el progreso.
Por supuesto, la idea de la “multitarea” (“multitasking“) que en un tiempo quisieron poner de moda, adonde único lleva es a una pérdida de la productividad, como demostró un estudio de la Universidad de Utah, publicado en el 2013. Y de igual manera, disminuye la calidad del trabajo, mientras aumenta los niveles de estrés y agotamiento.
Sin embargo, decirte que tienes que enfocarte en “sólo UNA” cosa, como el famoso y maravilloso libro traducido al español como “Lo Único“, pasa por alto la dura realidad de que hoy, querramos o no, todos tenemos que ser en cierto sentido y hasta cierto punto “multitarea“. (Por cierto, si te suscribes gratuitamente a WebLat, puedes bajarte ese estupendo libro y muchos otros sin costo alguno desde la página Descargas).
En mi práctica de consultor, los mejores resultados los hemos logrado cuando enseñamos a la gente a enfocarse al menos el 75% del tiempo en su propósito principal.
El Obstáculo #1: la Manipulación Mediática
Permíteme compartirte una cita que se atribuye al filósofo estoico Epicteto y data de 2,000 años, pero sin duda alguna es relevante para el mundo actual:
“La mayor parte de lo que se nos presenta como entretenimiento legítimo es inferior o tonto y sólo atiende o explota las debilidades de las personas”.
Ese mensaje tan antiguo no podría ser más revelador sobre nuestra atención y las cosas en las que nos concentramos. Con demasiada frecuencia permitimos que otras personas nos controlen y estamos prácticamente indefensos cuando tantos medios inescrupulosos explotan nuestras debilidades.
Basta con mirar cada plataforma de redes sociales, sitio web de noticias, sitio de transmisión por secuencias y aplicación para teléfonos inteligentes y notarás que tú y yo estamos siendo vilmente manipulados.
Por ejemplo, ¿qué es lo que haremos tú y yo cuando veamos una notificación de Netflix diciendo que hay una nueva temporada disponible para nuestro programa favorito?
Pues con mucha seguridad vamos a pausar todo lo demás en nuestra vida para enfocarnos en la pantalla de la tele. Y cuando nos hayamos terminado la temporada COMPLETA en unos días, es muy probable que nos pasemos a lo siguiente en Prime Video o Hulu.
Ahora bien, no pienses que haríamos eso por tontos. Simplemente somos víctimas de ese “bombardeo” constante de publicidad muy bien concebida. Es hora de que comencemos a controlar nuestra atención tanto como podamos. Si no lo hacemos, otras personas con millonarios intereses y organizaciones muy poderosas estarán ansiosas de hacerlo por nosotros.
¿Cómo Ganar en Concentración y Foco?
Para nadie es un secreto lo que pasa cuando otros controlan nuestra atención: nos convertimos en drones o marionetas sin sentido. Y entonces, encontramos mil excusas para no enfocarnos en el proceso que nos llevará al progreso.
¿Se puede hacer algo al respecto? Es difícil, pero la buena noticia es que se puede y se debe:
Tomar conciencia de lo importante que es ser consciente de en qué te concentras.
Regresemos a Epicteto y cómo nos explica su posición en este tema:
“Si tú mismo no eliges a qué pensamientos e imágenes te expones, alguien más lo hará por ti, y sus motivos pueden no ser los más elevados”.
Gracias, Maestro. Ciertamente, todos debemos elegir, por nosotros mismos y con pleno conocimiento de causa, a qué pensamientos, imágenes, noticias, ideas y mensajes exponernos cada día. Incluso, si para ello debemos:
Desactivar todas las notificaciones no esenciales de nuestros teléfonos.
No utilizar las redes sociales “tradicionales” —que, aun siendo una herramienta valiosa, desafortunadamente están llenas de tanta basura— como reemplazo de libros, artículos o Wikipedia.
Usa redes sociales “especializadas” para conectar con personas que tengan similares intereses y más o menos las mismas ganas de progresar que tienes tú.
En WebLat, que es una red enfocada en el progreso de los latinos, a los miembros les llamamos “Creadores“, a los Grupos les llamamos “Focos” y en cada uno de ellos se permite sólo publicar sobre la temática que se trate en ese grupo específico.
Centrarse en el conocimiento más que en la simple información.
Esta última generalmente se trata de datos, hechos o declaraciones. El conocimiento suele consistir en aplicar cierta información a una causa específica.
La mayoría de las personas adquieren mucha información, pero no muchos conocimientos. Esto se debe a que es fácil obtener información. Pero adquirir conocimientos lleva tiempo.
Cuando adquieres conocimiento, lo haces con intención y con un enfoque específico. Tus pensamientos están influenciados por aquello en lo que te concentras.
Y, sobre todo, tienes que lograr que ese conocimiento se convierta en “habilidades“: en la capacidad de entender algo, de transformar algo, comenzando por tu “yo interior“, que debe ser mejor hoy que lo que ayer fue.
A Modo de Conclusiones
No se trata de cerrarte al mundo, de privarte de esos pequeños placeres que constituyen también una parte importante de nuestra existencia.
Tampoco se trata de centrarse tan obstinadamente en UNA cosa, que olvidemos familia, amigos y el resto de las cosas esenciales de nuestras vidas.
A lo que te estamos invitando es a preguntarte con frecuencia: “¿Esto merece mi atención?“. “¿Esto enriquecerá mi vida?“. “¿Es parte del proceso que lleva a mi meta?“. “¿Me acercará más al progreso deseado?“
Si no puedes responder de manera positiva a esos cuestionamientos, pues cambia el rumbo. Tu “yo futuro” te lo agradecerá.
Es uno de mis propósitos para 2025…